En nuestro centro cada alumno merece una atención constante, un trato personalizado y un seguimiento adecuado, tanto de su rendimiento escolar como de su integración en la vida del colegio, respetando siempre su libertad personal. Es algo que nos distingue esencialmente de los demás centros educativos del entorno.
Asume la responsabilidad de ayudar a los padres en la educación de cada hijo, manteniendo una actitud colaboradora, nunca sustitutiva. El tutor asiste al alumno en su rendimiento escolar, motivándole y aconsejándole. Es la persona que le anima, día a día, a mantener una actitud positiva y de superación, ayudándole así, a forjarse una personalidad fuerte, libre y equilibrada.
Para desarrollar con eficacia esta labor, el tutor dispone de tiempo y formación específica, pero también cuenta con el compromiso de la familia. El diálogo permanente y sincero caracteriza la relación comunicativa entre padres, profesor y alumno. Manteniendo una estrecha colaboración familia-colegio es posible detectar desde el principio potenciales problemas y tratarlos adecuadamente.
Los padres junto con el tutor personal, siguen y orientan el programa educativo de su hijo.
Cada alumno tiene asignado un tutor personal que concreta y revisa con los padres el programa educativo y su formación en todos sus aspectos.
Los profesores: Con su formación contínua, experiencia y educación, aseguran un compromiso que va más allá del programa académico, ofreciendo al alumno las soluciones que demanda según su edad y situación personal.
Son todos y cada uno de ellos igual de importantes. Los colegios de la Fundación Arenales forman personas, desarrollan capacidades, estimulan hábitos, educan en virtudes, proponen modelos de conducta y potencian la libertad de cada persona.